martes, 23 de noviembre de 2010

sábado, 20 de noviembre de 2010

 Quienquiera que yo sea

Mientras escribo mi hija Lia está en "el parquecito reciclado" (es una cuna de viaje que no viaja más allá del salón y que nos sirve que parque), entre culetazo y vuelta a ponerse en pie se entretiene con sus juguetes, algunos tan sofisticados como una revista ignorada, "Funció Pública" creo..., quizá cuando apruebe las opos la lea... quizá no... Desde que ha empezado  la guardería los mocos lo ensucian todo y los kleenex utilizados son infinitos pero que bonita es cuando sonríe, que tierno se me pone el corazón, cuantas nuevas primeras veces me está proporcionando.

Doce meses van a pasar desde que le absorviera el primer moco, antes muchas cosas eran diferentes, 
el cine creí que era imprescindible,
las cenas románticas necesarias, 
escribir pensamientos una sana afición,
pero he sobrevivido sin ello,
curiosa relatividad la de las cosas,
cosas aplazadas... espero.

Después de doce meses de libertad condicionada sigo siendo yo, quien quiera que ese sea, y nunca estando seguro del todo. Sigo siendo Yo con la mochila cargada de pañales y unos cuantos rasgos característicos, 
un libro en la mesita de noche,
un rato de correr absorto en mis pensamientos,
una canción en el Ipod,
mi dosis de kyokushinkai,
las maletas hechas y preparadas,
una cena con los amigos/as,
un par de velas y un buen vino de vez en cuando,
y mucha mucha curiosidad...

... Y la añoranza de explicar a no se quién, no se qué, mediante el blog que debe ser más barato que el psicólogo pero igual de terapéutico, así que aquí quedan estas pocas palabras.

D.