martes, 31 de octubre de 2006

31 de octubre de 2006

Basura porque las palabras se las lleva el viento.

Eso es lo que queda después de una campaña electoral como la que nos asola.

En plena vigencia de los informes presentados por Al Gore sobre los efectos a corto plazo del cambio climático y de Nicholas Stern a cerca de la debacle económica a la que nos conduce el mismo, nuestros políticos se dedican a desolar bosques enteros y a introducirlos en nuestro buzón en forma de panfleto electoral. Me rio de mis queridos ecologistas. Y no es necesario indagar mucho para tomar consciencia de lo contraproducente que es una campaña electoral para nuestro planeta en muchos otros aspectos.

Eso no es todo.

Porque el viento se lleva la palabra del político, no falla.
Esa especie que vuela alto y embelesa los sentidos pero que sólo desciende una vez cada cuatro años para buscar presas o votos como lo queráis llamar.
Para luego gobernar en concordancia con los intereses de los grupos de presión que los financian y que no tienen nada que ver con el ciudadano de a pie, ni contigo, ni conmigo.

Menudo invento el capitalismo!!! (Guiño a Manu)

Hará unos días recibí un mail en el que una plataforma ciudadana se quejaba de como ha sido silenciada estos días su propuesta de mayor compromiso por parte de los partidos con respecto a sus promesas electorales. Al parecer no le interesó a ningún medio de comunicación.

Viva la libertad informativa!!!.

Y los medios públicos han tenido marcados el orden y el tiempo a dedicar en sus boletines informativos a cada una de las formaciones políticas. (Cierto es que estos se han revelado a su manera)

Viva la libertad informativa!!!.

Vídeos escándalo, ofertas de mercadillo, oportunismo no nacionalista, aspa roja para el congreso sobre la vivienda( que es un tema que sí que nos importa pero sobre el que se legisla poco), discusiones estériles sobre el nacionalismo, entrevistes amb el president del Barça, corre calles de políticos por mi ciudad y supongo que por las vuestras, panfletos en el suelo, fotos retocadas con photoshop de los candidatos, en definitiva kilos y kilos de propaganda grosera,...

Esto es lo que pienso en esta jornada de reflexión.

Nos vemos en las urnas!

lunes, 30 de octubre de 2006


GRACIAS MANU, por el artículo de opinión sobre el premio nobel de la paz.

Sobre los documentales de la 2 informaros de que se emite un capítulo por mes. El próximo en un par de semanitas. ¡Muy recomendado para agitar consciencias!.

Fins ara,

El nuevo Premio Nobel de la Paz, o el fracaso criminal de la banca capitalista
Juan Torres López

La concesión del Premio Nobel de la Paz a Muhammad Yunus y a su “banco de los pobres” (el Banco Graneen) me alegra sobremanera en la medida en que es el reconocimiento al esfuerzo constante y ejemplar de una persona que ha logrado sacar de la pobreza a cientos de miles de personas en su país.

Muhammad Yunus fundó en 1976 el Banco Grameen (BG) para proporcionar pequeños créditos (microcréditos, al principio de unos 40 o 45 dólares) sin garantía material a los más pobres de los pobres en las zonas rurales de Bangladesh. De esta manera, eliminando la necesidad de garantía, ha conseguido dar la vuelta a la práctica convencional bancaria que la exige siempre a la hora de conceder los créditos, y ha creado un sistema basado en la confianza mutua, la solidaridad, la responsabilidad, la participación y la creatividad.

En la actualidad, el banco fundado por Yunus es el mayor establecimiento financiero rural de Bangladesh. Posee más de 2,3 millones de prestatarios, y el 66 % de sus clientes ya superaron holgadamente la línea de pobreza. El 94% de los prestatarios son mujeres. El reembolso de los préstamos, con un valor promedio actual de unos 160 dólares, supera el 95%.

Pero el premio tan merecido obliga a llevar la reflexión más allá de la alegría que supone un nuevo e importante reconocimiento internacional a un hombre inteligente y estrechamente comprometido contra la pobreza.

En primer lugar hay que señalar que el Premio Nobel concedido a Yunus está equivocado. Si se le reconoce que su estrategia de conceder miles de pequeños créditos sin garantía, en condiciones ventajosas y sin ánimo de lucro ha logrado erradicar la pobreza, lo que deberían haberle dado a Yunus no es el Premio Nobel de la Paz, sino el de Economía.

No hago ninguna broma. La cuestión es bien importante: ¿por qué el Banco Central de Suecia que concede los premios Nobel de Economía no considera que acabar con la pobreza, y haberlo conseguido en la práctica aunque sea en escala reducida, es mucho más importante y digno de reconocimiento que realizar elucubraciones teóricas las más de las veces sin apenas consecuencias prácticas positivas sobre el bienestar humano, por muy brillantes que estas sean para las mentes cultivadas de los académicos?

Es muy fácil comprobar que las noticias relativas a la pobreza, a la exclusión de millones de personas, al hambre o al sufrimiento que provocan las relaciones económicas de nuestro tiempo no aparecen prácticamente nunca en las páginas “de economía” de los periódicos. Cuando se hace mención de ellas se llevan a las de sociedad, como si no tuvieran nada que ver con las empresas, con el dinero, con los bancos,… que son de lo que se ocupan los economistas o los periodistas económicos más reputados.

Frente a esa manipulación grosera, hay que insistir en que la Economía que se cultiva en los círculos académicos ortodoxos, en los ministerios neoliberales y en las escuelas de negocios es una construcción ideologizada que no se orienta a resolver los problemas reales de la Humanidad. Por el contrario, cuando surgen propuestas o prácticas, como las de Yunus, capaces de transformar la realidad desde otros postulados (en el caso del ahora Premio Nobel de la Paz, desde la solidaridad, la generosidad y la cooperación, en lugar de la competencia y el lucro) lo que se hace es marginarla fuera de las fronteras “de la economía”.

En segundo lugar, hay que tener en cuenta que, como el propio Yunus no se cansa de señalar, que si los microcréditos ofrecidos al margen del sistema financiero convencional son tan útiles e incluso imprescindibles para combatir la pobreza, es porque no los proporcionan quienes tienen la función económica de hacerlo: los bancos y demás entidades financieras.

Yunus denuncia constantemente que la banca convencional es una fuente constante de exclusión financiera y social porque no proporciona financiación a los pobres, es decir, a quienes no pueden ofrecer más garantía que su propia persona, su trabajo, sus ideas o su capacidad emprendedora.

Por tanto, al mismo tiempo que se concede el premio a Yunus y a su Banco Grameen debería señalarse y denunciarse que hay que dar ese premio justamente porque los bancos convencionales provocan la exclusión financiera que obliga a poner en práctica, solamente a partir de la buena voluntad y con medios inconmensurablemente más limitados, experiencias financieras como las de Yunus.

En tercer lugar, reconocer el éxito de la experiencia de Yunus para combatir la pobreza a través de este tipo de pequeña financiación que no se concede con ánimo de ganancia significa reconocer también que las inmensas ganancias de la banca, su inmoral práctica financiera, no es, como se dice, la función que permite crear riqueza, empleo y bienestar en la economía. Al revés: en tanto que el uso que realiza de los recursos financieros se guía exclusivamente por el ánimo de lucro lo que se provoca es una escasez artificial, una provisión ineficiente de fuentes de financiación, porque se deja sin este tipo de recursos, precisamente, a quienes más los necesitan porque viven en situación de mayor carencia.

Por eso resulta que el lucro inmenso de los banqueros no solo es inmoral, por desproporcionado y por ajeno a las necesidades humanas más esenciales, sino que, además, es económicamente ineficiente y dilapidador.

El éxito de la experiencia financiera de Yunus, proporcionando financiación barata y generosa pero cuidadosa y exigente a los pobres, es, paralelamente, la demostración palmaria de que la economía puede funcionar sin que su incentivo esencial sea el ánimo de lucro, basándose, por el contrario, en la solidaridad y dando prioridad a la satisfacción de las necesidades humanas en lugar de a los privilegios de los ricos.

Todo lo que acabo de señalar es lo que lleva una pregunta crucial: ¿si una sola persona puede haber sacado de la pobreza a millones de personas simplemente concediendo a través de su “banco de pobres” créditos de unas pocas docenas de dólares ¿cómo puede justificarse entonces que sigan existiendo cientos de millones de pobres en el mundo mientras que los bancos disponen de miles y miles de millones de dólares?

La respuesta es clara: reconocer el éxito o el mérito de Muhammad Yunus equivale a manifestar bien a las claras el fracaso histórico de la banca capitalista.

Es un fracaso radical porque, como he dicho más arriba, se muestra incapaz de dirigir sus recursos millonarios allí donde son más necesarios. Pero no es un simple fracaso, sino que se trata de un verdadero fracaso criminal porque mientras que hay cientos de millones necesitados de unos pocos dólares para salir de la miseria los bancos se dedican a especular, a acumular beneficios millonarios que se reparten entra la minoría satisfecha, como la llamó Galbraith, y, en definitiva, a mantener un tipo de relaciones económicas que, literalmente hablando, matan y condenan al sufrimiento más innecesario e injusto a millones de seres humanos.

Por eso hay que tener cuidado ser muy críticos con las experiencias que se están dando en muchos países (muchos, precisamente, porque muchos son en los que la exclusión financiera y social se extiende de modo creciente). Me refiero a la práctica que se va generalizando consistente en que las propias instituciones financieras que provocan exclusión y que dedican la inmensa mayoría de sus recursos a la especulación o a la financiación de actividades improductivas o generadoras de empleo precario (cuando no, a puros delitos de evasión o blanqueado de dinero) se laven luego la cara concediendo un puñado de microcréditos a los “necesitados”.

Mi convicción y mi experiencia me dicen que esa pequeña financiación es necesaria (como bien ha demostrado la experiencia de Muhammad Yunus) y que hay que lograr que se extienda y multiplique, pero exigiendo a las entidades financieras que las concedan sin garantías (lo normal es que para un crédito de unos pocos cientos de euros a veces soliciten garantías incluso hipotecarias) que impliquen un sobrecoste personal o financiero insoportable y, además, que no los concedan con cargo a sus cuentas de “acción social”, sino que debería establecerse la obligatoriedad de dedicar una parte de sus recursos a proporcionar estas líneas de financiación..

El problema es, sin embargo, que lo que ha demostrado también la experiencia personal de Yunus que ahora acaba de ser premiada es que esto último no es posible conseguirlo por las buenas, al menos en la cuantía necesaria, de los bancos convencionales. Y precisamente por eso, la última enseñanza de su experiencia es que para acabar con la pobreza es necesario disponer de fuentes de financiación singularmente creadas y administradas para lograr ese fin. Es necesario que haya bancos públicos y privados que actúen sin ánimo de lucro y pongan sus recursos a la disposición de los verdaderamente necesitados. Dejar, como ha conseguido el neoliberalismo en la mayoría de los países, que todos los recursos financieros estén en manos del capital privado que sólo busca lucrarse significa lisa y llanamente renunciar a erradicar la pobreza.

Como ha demostrado Yunus, se puede salir de la pobreza pero para eso hacen falta los recursos financieros que ahora despilfarra la banca. Por eso ahora, cuando la desigualdad es mayor que nunca, es más pertinente que en ningún otro momento el plantear que se “nacionalize” la banca, en el sentido de garantizar que los recursos financieros se destinen en la cuantía necesaria a satisfacer las necesidades nacionales que pasan, sobre todo, por erradicar la miseria y la pobreza.

Quien sinceramente quiera combatir la pobreza debe hacerse primero con los recursos financieros necesarios y esos, hoy día, los tiene un capital privado egoísta e incompatible con el ejercicio más elemental de la justicia. Frente a los bancos de los ricos hacen falta “bancos de los pobres”.

Juan Torres López es catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Málaga (España) y colaborador habitual de Rebelión. Su página web es www.juantorreslopez.com




jueves, 26 de octubre de 2006

¿Necesitáis más pruebas del calentamiento global?

Bon dia, ( Güenos días)


Quizás alguno de vosotros pueda ayudarme. He perdido un programa de TV.

Sí, sí como lo oís.

Los domingos por TV2 a las 22’00 estaba programada una serie de siete documentales titulados: Voces contra la globalización (Otro mundo es posible).

Después de que el domingo 15 se emitiera el primero de los documentales, por cierto muy interesante (Testimonios de Eduardo Galeano, Pérez Esquivel, Saramago, Manu Chao, entre otros). Este domingo no hubo ni rastro del segundo. Uop!!!

Dos cosas se me ocurren: O bien, no interesa proyectar programas con este tipo de contenido, bien lo han cambiado de franja horaria y yo no me he enterado.

¿Quién sabe dónde?, ¿tú lo sabes?.

David.

miércoles, 25 de octubre de 2006


POCO A POCO ME VOY FAMILIARIZANDO CON EL FUNCIONAMIENTO DEL BLOG. AHORA YA SÉ COMO PODÉIS DEJAR VUESTROS COMENTARIOS EN ÉL.

SIMPLEMENTE, CLICKAD EN COMMENT. DESDE HOY YA NO ES NECESARIO SER BLOGGER PARA APORTAR VUESTROS COMENTARIOS.

ÁNIMO!!!, QUE ME ILUSIONA.

Aquí os escribo unos parágrafos del libro que estoy leyendo actualmente. Muy recomendable. Gracias Maider.

"13'99 euros" de Frédéric Beigbeder

Me llamo Octave y llevo ropa de APC. Soy publicista: eso es, contamino el universo. Soy el tío que os vende mierda. Que os hace soñar con esas cosas que nunca tendréis. Cielo eternamente azul, tías que nunca son feas, una felicidad perfecta, retocada con el PhotShop. Imágenes relamidas, músicas pegadizas. Cuando, a fuerza de ahorrar, logréis comprar el coche de vuestros sueños, el que lancé en mi última campaña, yo ya habré conseguido que esté pasado de moda. Os llevo tres temporadas de ventaja, y siempre me las apaño para que os sintáis frustrados. El Glamour es el país al que nunca se consigue llegar. Os drogo con novedad, y la ventaja de lo nuevo es que nunca lo es durante mucho tiempo. Siempre hay una nueva novedad para lograr que la anterior envejezca. Hacer que se os caiga la baba,ése es mi sacerdocio. En mi profesión, nadie desea vuestra felicidad, porque la fente feliz no consume. [...]

Mmm, penetrar vuestro cerebro resulta de lo más agradable. Me corro en vuestro hemisferio derecho. Vuestro deseo ya no os pertenece: os impongo el mío. Os prohíbo que deseéis al azar. Vuestro deseo es el resultado de una inversión cuyo importe está cifrado en miles de millones de euros. Soy yo quien decide hoy lo que os gustará mañana. [...]

martes, 24 de octubre de 2006

Experiencias de cooperación

David Godino Molina es uno de os catorce jóvenes que han participado este verano en la experiencia misionera en Perú. Cada uno llega con su historia, con sus expectativas... y encuentran todos una realidad bien distinta a la de nuestro, llena de sufrimiento, pero también de esperanza, de lucha, de vida Junto al pueblo y con las Carmelitas Misioneras, cada uno de estos jóvenes ha ido a DAR y HA RECIBIDO, llegó RICO y se descubrió POBRE ante los verdaderos pobres.

Aún estoy en Perú cuando escribo estas líneas. Soy una de las catorce personas, ávidas de aventuras, que participa en la experiencia misionera Perú 2006 y me siento muy afortunado por todo lo vivido estos días.

Dejábamos atrás la comodidad de nuestros hogares el día 12 de julio con la firme intención de descubrir una realidad bien distinta. Después de más de un día viajando llegamos al aeropuerto de Lima donde nos esperaban las hermanas Carmelitas Misioneras. Desde ese mismo instante nos han acompañado en nuestra misión, brindándonos un trato excelente y velando por nuestra salud.

Podemos dividir la experiencia en tres etapas bien diferenciadas. Una primera consistente en conocer la grandeza y la miseria de este país que conoció tiempos mejores y que actualmente lucha por salir adelante. Hemos conocido de primera mano las vergüenzas de Lima, sus cerros son un grito contra la desigualdad y la injusticia, un grito que se ahoga en las gargantas de los que allí habitan y que se encuentran postrados ante el exceso y el derroche del primer mundo.
Después de Lima viajamos hacia Cuzco, una joya que se encuentra situada a 3400 metros de altura sobre el nivel del mar. Allí sufrimos “la mordida” del mal de altura y el frío intenso, algo que superamos con un mate de coca, una buena chompa (jersey) y sucumbiendo al encanto del legado Inca. Fruto de una civilización que desarrolló una cultura y una sociedad tan floreciente como misteriosa.

La segunda etapa del viaje nos ha llevado hasta los distritos de Quellouno y Occobamba donde las hermanas llevan a cabo desde hace años su brillante misión y donde iniciamos nuestro campo de trabajo. En esta fase dividimos el grupo en dos, mientras unos se quedaron trabajando con los niños de Quellouno, los otros nos trasladamos hasta Kelccaybamba, en Occobamba. Ambos grupos hemos organizado talleres de informática, refuerzo escolar, deporte, teatro y cuentos y manualidades para los niños que estaban de vacaciones por las fiestas patrias y de manualidades y corte y confección para las señoras del pueblo.

Tan grande ha sido la alegría de descubrir la realidad de estos niños como la pena por acabar los talleres y despedirse. Sin duda, ellos representan la lección más gratificante de este viaje. Ellos que viven en casas con paredes de adobe y techos de chapa. Ellos que juegan descalzos y visten las mismas ropas de mercadillo. Ellos que jamás han sentido la necesidad de consumir más de lo necesario y que han compartido con sus “Profes Españoles” lo mejor de sus vidas. Ellos nos han enseñado que se puede pasar con mucho menos y eso es mucho más de lo que nosotros hayamos podido darles. En este momento sentimos que su abrazo es nuestra alegría y tristeza más grandes.

Finalmente, la tercera etapa del viaje nos ha llevado a compartir la misión de las hermanas y de los sacerdotes de la parroquia. Hemos viajado por carreteras sin asfaltar y sembradas de baches que nos han conducido a comunidades de las cuencas de Laco-Yavero y de Chapo. Hemos dormido al raso en el mercado de San Martín y sufrido las picadas de los mosquitos, hemos caminado seis horas por una senda hasta llegar exhaustos a Calangato, pero también hemos descubierto paisajes de una belleza exuberante, nos hemos embelesado con un cielo estrellado como ya no se ve en nuestras ciudades y lo más importante nos hemos encontrado con la realidad más cruda de Perú, la de comunidades a las que sólo se puede acceder después de una larga caminata y que están compuestas por pequeñas chakras (pequeñas parcelas de cultivo familiar) diseminadas por todo un valle. La capilla y la escuela de estas comunidades suelen estar unidas y representan junto con el mercado los únicos lugares de encuentro para los olvidados y una posibilidad de organización, de gritar más fuerte.

Para alguno de nosotros esta ha sido la experiencia más fuerte y desoladora de este viaje. La constatación de que no hemos podido ayudar a mejorar la situación de estos cafetaleros, recolectores de achiote, naranja o papaya que viven sometidos al abuso de los comerciantes. Sin electricidad, sin agua potable, sin leche que alimente los desnutridos cuerpos de los niños, alejados de una carretera que les permita acceder con un carro a sus casas o llegar rápidamente a un hospital. Esta es la cruda realidad y el objeto de la difícil digestión de nuestras conciencias.
Contra la impotencia que sentimos por no poder ayudar a estas gentes nos queda la luz que irradian las hermanas. Con su arduo trabajo logran reparar algunas de las desigualdades e injusticias que por desgracia son tan frecuentes en este país.

En nuestra maleta nos llevamos la sonrisa de los niños de Quellouno y Kelccaybamba, la admiración y el cariño por las hermanas, un grupo de amigos con el que hemos vivido una experiencia muy intensa, el recuerdo de una olla compartida con los vecinos de Calangato y Otinganía, un cargamento de buenas intenciones, un poquito de impotencia, y el objetivo de vivir responsablemente.

Hasta siempre.

lunes, 23 de octubre de 2006


DIVERTIMENTO

Leo en el diario que un elevado porcentaje de estudiantes inglesas se prostituyen para poder pagar sus matrículas universitarias, en rusia se abre la veda contra el compromiso informativo y se asesina a una periodista, Córea del Norte pone a prueba la paciencia capitalista con sus ensayos nucleares, en Irak mueren cada día decenas de personas anónimas de las cuales no habla ninguna millonaria película de Hollywood, según datos de UNICEF cada año 50 millones de niños invisibles comienzan su vida sin derechos, ni protección, en nuestro país dormimos a pierna suelta mientras en el estrecho centenares de personas se juegan la vida por tener las mismas oportunidades que nosotros...

También leo que un partido jugado entre las selecciones de Catalunya y Euskadi provoca reacciones encontradas en la sociedad y en los políticos españoles. Incapaz de evitar las comparaciones esto me parece algo superficial un "divertimento".

Y me pregunto: ¿Cómo es posible que el Pan y Circo de los romanos siga funcionando en la sociedad actual?. ¿Somos responsables, a algún nivel, de las desigualdades que asolan nuestro mundo?, y si es así ¿Qué podemos hacer?, ¿ Consideráis que hay cosas que podemos cambiar desde dentro de nuestra sociedad sin llegar a excluirnos?.

Me gustaría saber que pensáis sobre estos temas.

David