viernes, 23 de noviembre de 2012

Satisfaction

Tantas cosas he hecho que siempre dije que no haría... El arrepentimiento no va conmigo pero está claro que el mantener una opinión o tomar una decisión en firme tampoco es lo mío. Estoy con los que no tienen nada claro en está vida, con los que ven toda una escala de grises entre el blanco y el negro, total para la terquedad ya tenemos una inmensa mayoría.

Curioso que comience así la entrada para  reflexionar sobre una cosa que siempre he tenido clara: Tener hijos.
En mi utópico futuro no figuraba ni el matrimonio, ni la compra de una vivienda pero sí tener hijos. Lo quería como el que quiere la independencia que no sabe bien, bien lo que ella va a conllevar, jajajjajaja, (siempre es buen momento para reírnos de nosotros mismos), pero una vez fui padre, fui consciente de todas las renuncias y de todas sus grandezas. 

Podría acabar la entrada diciendo aquello de: "Ahora sé que es querer a alguien más que a mi mismo" y me sobrarían los argumentos pero entonces sería como esos políticos demagógicos que afirman rotundos titulares sustentados sobre enclenques pilares.

Sin extenderme demasiado: Ser padre es una pringada, sin duda, pero es una pringada que sólo estás dispuesto a aguantar por tus hijos. Noches sin dormir las que quieras, momentos de desesperación unos cuantos pero que te abracen con total sentimiento como hace años que ya nadie te abraza es una sensación  tan poderosa como la del paracaidista al saltar del avión; ser un espectador privilegiado de como un bebé se convierte en persona y cada día adquiere más capacidades es un pequeño chute de satisfacción, te hace sentir como el escultor que da forma a su obra.

Ser padres no está muy de moda en una parte de mi generación, una parte culta y deseosa de conseguir grandes retos, un grupo de personas que no desea hipotecar su vida y su tiempo, lo encuentro del todo respetable como respetable es la opción de los que hemos decidido ser padres. 
Yo lo tuve claro sin saber muy bien lo que conllevaría y ahora estoy satisfecho de mi decisión porque afianza mi lugar en el mundo que no es poco en una sociedad tan efímera, tan líquida.

No hay comentarios: