martes, 23 de enero de 2007



Llamadme inocente

Alguien se atreve a teorizar de, ¿por qué motivo a un presidente de los Estados Unidos de América se le puede procesar por impeachment (bochorno según la traducción literal) al dejar que una becaria le haga voluntariamente una felación en el despacho oval y en cambio a otro que lleva sobre sus espaldas la bochornosa muerte de más de 3000 de sus compatriotas soldados y decenas de miles de afganos e iraquíes la mayoría civiles se le deja seguir gobernando?.

¿No creéis que los sucesos deberían seguir una lógica un poco más sólida?. Según la moralidad de los americanos es más reprobable un adulterio, cuantos de ellos no serán adúlteros o peor, y sino que se lo pregunten al senador republicano Edwards (procesado por pederasta) que mandar a tú país, mediante una sarta de mentiras demostradas, a la guerra.

A mí se me ocurre que los que manejan los hilos de este circo utilizan la moral cuando les interesa para lo que les interesa. Es tan valiosa una mamada como el control de unos pozos de petróleo o un gaseoducto. Y tan insignificante como la vida de los puertorriqueños o dominicanos que componen las filas del ejército norteamericano.

¿Cómo los ciudadanos de la superpotencia pueden juzgar un día a su presidente por dejarse chupar el pene y luego esos mismos ciudadanos son capaces de quemar el Corán de los presos de Guantánamo o de dar un trato denigrante a los presos de Abu Graib?, ¿A caso están ciegos o es que los iraquíes son menos que animales?.

Si estamos enviando el planeta a una muerte prematura o en pleno siglo XXI intentamos que los valores de justicia, igualdad y fraternidad sean atendidos en cualquier rincón del mundo, ¿Porqué Estados Unidos no firmó el protocolo de Kyoto y no forma parte de los países que suscribieron el tribunal penal internacional?.

No son suficientes estos síntomas como mínimo para estar mosqueado, como para percibir que algo no está funcionando, como para rebelarse o ejercer el derecho a pataleo, sin embargo no ocurre nada. No ocurre nada mientras lo que arda no sea nuestra casa. Quizás por esos los terroristas estén tan interesados en hacer arder nuestras casas, nuestros trenes, nuestros aviones.

David


1 comentario:

Wellrivers dijo...

Creo que el problema está en nuestra ingenuidad. Esta gentuza nunca ha querido, ni quiere ni querrá, el bien de los demás, la paz, el desarrollo, educación o sanidad... ni tan siquiera para sus compatriotas, por tanto muchísimo menos para el resto del mundo. Sí, yo también odio a esta gentuza estadounidense.

Lo peor: vamos hacia lo mismo, no sólo porque estamos tan empanados que votamos a peperos (y el PSOE le va a la zaga...), CiU, PNV, nacionalistas que anteponen "la nació" a las personas... sino por lo triste que está volviéndose esta sociedad, este país...